El 2025 ha traído consigo una rivalidad tecnológica que ya no se libra solo en el escaparate, sino en el algoritmo. Samsung y Apple se enfrentan una vez más en el terreno más exigente de la industria móvil: el segmento premium. Galaxy S25 Ultra vs iPhone 16 Pro Max no es solo una comparación comercial, sino un pulso entre dos visiones radicalmente distintas de la innovación.
¡Qué interesante resulta observar cómo, incluso tras dos décadas de supremacía, estos gigantes aún encuentran formas de reinventarse!
Y la pregunta, más técnica que emocional, se impone: ¿qué smartphone aprovecha mejor su hardware, su inteligencia artificial y su sistema de cámaras para ofrecer las mejores fotos y rendimiento en 2025?
Diseño: titanio, proporciones y la búsqueda del equilibrio
Ambos terminales han abrazado el titanio como material estrella, símbolo de resistencia y ligereza.
El iPhone 16 Pro Max mantiene su estética industrial minimalista: marcos finos, cuerpo robusto y un acabado que refleja precisión quirúrgica. Su gran diferencia respecto a generaciones anteriores está en la ergonomía: mejor equilibrio de peso y una sensación más cómoda en la mano.

El Galaxy S25 Ultra, por su parte, conserva su perfil de herramienta profesional. Las líneas rectas, el acabado mate y la integración del S Pen lo convierten en un dispositivo tan técnico como elegante. Ideal para quienes necesitan precisión —ya sea para escribir, editar o revisar fotos al detalle—.
Si el diseño del iPhone 16 Pro Max busca discreción funcional, el del S25 Ultra apuesta por carácter técnico. Uno fluye, el otro impone.

Pantalla: la ventana a la perfección visual
Samsung vuelve a dominar en el apartado visual. Su AMOLED QHD+ de 6.8 pulgadas, con 3000 nits de brillo máximo y una tasa de refresco de 1 a 120 Hz, ofrece una nitidez que hace que cualquier contenido, desde vídeos HDR hasta fotos RAW, luzca impecable.
El iPhone 16 Pro Max, con su Super Retina XDR OLED de 6.9 pulgadas, mantiene la precisión cromática que ha convertido a Apple en referente. Es ligeramente más grande, pero su calibración de color, más natural y menos saturada, sigue siendo ideal para fotógrafos y creadores.
En este “versus” de pantallas, el veredicto es técnico:
- El Galaxy S25 Ultra deslumbra con intensidad y contraste.
- El iPhone 16 Pro Max convence con fidelidad y coherencia visual.
| Característica | Samsung Galaxy S25 Ultra | iPhone 16 Pro Max |
|---|---|---|
| Pantalla | 6.8″ AMOLED QHD+, 1–120 Hz, 3000 nits | 6.9″ Super Retina XDR OLED, 1–120 Hz, 2500 nits |
| Procesador | Snapdragon 8 Gen 4 for Galaxy | Apple A18 Pro |
| RAM | 12 / 16 GB LPDDR5X | 8 GB LPDDR5 |
| Almacenamiento | 256 GB / 512 GB / 1 TB UFS 4.0 | 256 GB / 512 GB / 1 TB NVMe |
| Sistema operativo | Android 15 + One UI 7.0 (Galaxy AI) | iOS 18 + Apple Intelligence |
| Cámara principal | 200 MP (f/1.7) + 50 MP (5x) + 12 MP (ultrawide) | 48 MP (f/1.8) + 12 MP (tele 5x) + 12 MP (ultrawide) |
| Cámara frontal | 12 MP con IA retrato avanzada | 12 MP TrueDepth |
| Batería | 5.000 mAh con carga rápida 45W | 4.422 mAh con carga rápida 30W |
| Materiales | Titanio + Gorilla Armor Glass | Titanio + Ceramic Shield |
| IA y funciones | Galaxy AI: traducción, edición de texto y fotos | Apple Intelligence: resúmenes, escritura IA, Siri contextual |
| Peso | 232 g | 225 g |
| Precio (desde) | ~1.449 € (Ultra 256 GB) | ~1.459 € (Pro Max 256 GB) |
Cámara y fotos: la ciencia del detalle y la fidelidad del color
El apartado fotográfico es, como siempre, el epicentro del “versus”.
El Galaxy S25 Ultra apuesta por la fuerza bruta: su sensor de 200 MP es una demostración de ingeniería que permite recortes sin pérdida y zoom de hasta 10x con una nitidez admirable. Su IA interviene en la corrección de exposición, reducción de ruido y reconocimiento de escenas, lo que mejora las fotos nocturnas de manera notable respecto al S24 Ultra.

El iPhone 16 Pro Max, en cambio, sigue su línea de coherencia fotográfica. Su sensor de 48 MP ofrece menos resolución bruta, pero un procesamiento más natural. Las fotos en modo retrato presentan una profundidad y un balance de blancos casi perfectos. Además, su HDR inteligente y el motor fotónico de Apple logran colores que se sienten “reales”, sin excesos digitales.

En vídeo, la historia se repite:
- El iPhone 16 Pro Max domina con HDR, color cinematográfico y compatibilidad con ProRes.
- El Galaxy S25 Ultra ofrece una versatilidad superior, grabando hasta 8K y permitiendo editar clips y fotos directamente desde la galería con IA.
El resultado es claro: el Galaxy es un laboratorio visual, mientras el iPhone es un estudio fotográfico portátil.
Rendimiento e IA: potencia cruda versus inteligencia contenida
El Snapdragon 8 Gen 4 for Galaxy brilla en benchmarks: potencia gráfica, multitarea fluida y un motor de IA más robusto que nunca. Gracias a Galaxy AI, el dispositivo no solo acelera tareas, sino que también mejora fotos, redacta mensajes y traduce conversaciones en tiempo real.
El A18 Pro de Apple, por su parte, equilibra potencia con eficiencia. Apple Intelligence integra funciones similares, pero de forma más discreta y privada. Las herramientas de redacción, generación de resúmenes o clasificación de imágenes funcionan sin depender completamente de la nube.
La diferencia técnica está en la filosofía:
- Samsung ofrece más control y funciones directas.
- Apple ofrece procesos más sutiles, pero con una integración impecable.

Autonomía y carga: energía y eficiencia
El Galaxy S25 Ultra, con su batería de 5.000 mAh, continúa siendo uno de los referentes en autonomía. Su carga de 45W permite alcanzar el 70% en apenas 30 minutos.
El iPhone 16 Pro Max, con 4.422 mAh, logra un rendimiento cercano gracias a su mejor gestión térmica y su control energético. Sin embargo, la carga de 30W lo deja ligeramente atrás.
En uso real, ambos soportan una jornada completa de trabajo, redes, fotos y vídeo. Pero el Galaxy ofrece ese extra de margen que muchos usuarios profesionales agradecerán.

Conclusión: dos gigantes en su punto máximo
Ambos smartphones son el resultado de años de refinamiento técnico.
El Galaxy S25 Ultra es potencia, personalización y precisión.
El iPhone 16 Pro Max es consistencia, fluidez y coherencia.
¡Impresiona ver hasta qué punto el hardware ha dejado de ser la frontera, y ahora la batalla se libra en el terreno del software y la IA!
Y la pregunta que muchos se hacen en este “versus” final es simple pero esencial: ¿cuál interpreta mejor las necesidades reales del usuario moderno?




























